Si todo el público de Wembley pudo comprobar el bochornoso espectáculo del arbitraje del alemán Kreitlen en la Inglaterra-argentina, incluso con un policía retirando de la cancha al argentino Rattin, una fotografía publicada por la prensa mundial denunció cómo el germano Schnellinger había detenido con la mano un remate de Rocha cuando Tilkowski ya estaba batido en el RF Alemania-Uruguay. El colegiado inglés no lo vio. Alemania, en cambio, contó con la suerte de un remate involuntario de Haller que batió al genial golero uruguayo Mazurkiewicz. Después llegaron las expulsiones de jugadores uruguayos y el festival alemán (4-0). Un árbitro inglés favorecía a RF Alemania y un germano a Inglaterra. Curiosa “casualidad” del Mundial Inglaterra...
EI sábado 30 de julio de 1966 todo estaba preparado para la gran final. También el juez de línea soviético Tofic Bakhramov, el único que vio en Wembley, y en el mundo entero, el “gol fantasma” de Inglaterra.
La mejor condición física de los británicos comenzó a notarse sobre el campo y a los 11 minutos Hurst lanzó un duro disparo que dio en el travesaño y botó sobre la línea. El público fue un clamor: ¡¡¡goal!! los ingleses reclamaron y el colegiado suizo Dienst consultó al juez de línea soviético. Bakhramov vio con toda claridad lo que nadie pudo demostrar más tarde, ni siquiera con las imágenes de televisión. El “gol fantasma” aplastó a Alemania del Mundial Inglaterra, que todavía recibió un nuevo gol do Hurst, el único jugador que ha marcado tres tantos en la final de una Copa del Mundo. Los inventores del fútbol ya tenían su ansiado título.